Cosas de la Historia !

Enviado por Francisco Villa Betancourt.
El Panteón de La Piedad está considerado uno de los más antiguo de la ciudad de Puebla, una vez que los panteones anexos a iglesias fueron cerrados por el Estado, esta necrópolis se convirtió en uno de los más socorridos, pues al contrario del Panteón Municipal, en este se realizaba la ~ santa ~ sepultura del difunto, debido a la muy creciente población de la Angelopolis y en consecuencia de su mortandad, fueron otros los camposantos que existieron; Gran parte de la Historia de Puebla y de su sociedad formó vida alrededor del Jardín del Carmen que, antiguamente, fue el cementerio del Convento del Carmen, este último, baluarte de conflictos bélicos y guardián de invaluable obra artística; Hoy la iglesia forma parte del fervor mariano de miles de católicos que afirman haber recibido milagros de la Virgen en su advocación del Carmen; Antiguamente los muertos eran sepultados en el interior de las iglesias, en gavetas adosadas a los muros, costumbre que se volvió nociva con el tiempo por lo que se prohibieron las sepulturas dentro de los templos; El 5 de Febrero de 1844, los carmelitas fundan un cementerio frente al convento, en lo que es hoy el Jardín del Carmen, que recibió el nombre de Santa María del Carmelo, el cual se ubicaba junto al Templo Conventual de Nuestra Señora del Carmen, en la calle 17 Oriente y privada 16 de Septiembre en la capital poblana; Actualmente, en la intersección de estas calles se encuentra una tienda papelera; Tenía una forma octogonal, con cuatro corredores de 88.30 Metros de largo o 100 varas, unidad de medida que se utilizaba en la época; También se caracterizó por sus 96 columnas góticas que soportaron el mismo número de arcos, en sus paredes existían cinco espacios para gavetas de adultos y dos para niños; El muro estaba cubierto por mucha vegetación y grandes árboles que embellecían el imponente portón de estilo Dórico, con muy poco funcionamiento, en 1857, las autoridades ordenaron la clausura del cementerio por considerarlo antihigiénico para la comunidad; Sin embargo, e independientemente de Las Leyes de Secularización de Cementerios de 1859, se ignoro la orden ya que siguieron enterrando a los muertos en el patio de la iglesia y otros terrenos aledaños; Esta fue la razón por la que años después, al edificar nuevas construcciones y hogares en la zona, se encontraban osamentas humanas; El lugar sufrió graves daños durante el Sitio de Puebla en 1863 y la Toma de Puebla de 1867 tanto el cementerio, como en el Convento del Carmen, sufrieron afectaciones ya que, este último, fue utilizado por la milicia como fuerte; Los soldados se acuartelaban en las iglesias porque eran fortalezas, sus construcciones eran muy sólidas, con muros de un metro de ancho, los cuales colindaban con las obras de fortificación del Fuerte Hidalgo, el cual fue severamente cañoneado, derruyendo los arcos y destruyendo varias gavetas, regando los cadáveres y provocando un hedor insoportable, se cuenta incluso que en tal situación, que para cruzar por la Plazuela del Carmen era necesario empapar un paño con aguardiente para soportar la pestilencia; En el año 1880, fue clausurado al igual que todos los cementerios de la ciudad por nuevas disposiciones del Ayuntamiento; De esta manera, se exigía que las inhumaciones se hicieran en el Panteón de Agua Azul, al Sur de la ciudad, en 1891, el camposanto fue derrumbado durante una de las exclaustraciones de los monjes Carmelitas; Con la llegada de las tropas zapatistas a Puebla en 1914, se llevó a cabo un saqueo de tumbas y robo de objetos de valor, estos le fueron arrebatados a los cuerpos enterradas en el panteón que se encontraba en ruinas; Para 1915, el Cementerio de El Carmen fue invadido por las tropas carrancistas que también se dedicaron a abrir sepulcros para encontrar Cosas de valor; En 1920, su desgaste fue mayor con la construcción de casas, finalmente los vestigios del camposanto desaparecieron durante los años 40’s del Siglo XX, por el proyecto de ampliación de la capital poblana, en suerte los vestigios del lugar se pueden conocer gracias a las fotografías de Lorenzo Becerril, una leyenda conocida por su impecable técnica, las imágenes fueron tomadas en 1880.
Cosas de la Historia !