Afirma la ministra Loretta Ortiz sobre la reforma al Poder Judicial:
‘Será una elección compleja, no sencilla”.

Por: Katia Aguirre.

La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Loretta Ortiz Ahlf, expresó durante su visita a Puebla que la reforma al Poder Judicial será un proceso complejo, pero necesario para la democratización de la justicia en México. Durante su conferencia dirigida a los estudiantes de la Escuela Libre de Derecho de Puebla, Ortiz Ahlf destacó que la ciudadanía tendrá la oportunidad de elegir a los integrantes del Poder Judicial sin la intervención de partidos políticos.

“Los procesos que se avecinan van a ser los mejores para la ciudadanía por qué tenemos un proceso de democratización de la elección de los integrantes de la Corte”, dijo.

Por otro lado, la ministra enfatizó que, pese a su posición al también estar compitiendo, no está realizando campaña al otorgar este tipo de ponencias. “Yo no puedo dejar la Corte, soy ministra hasta que el pueblo lo decida”, afirmó. Aseguró que en su visita a la Escuela Libre de Derecho no mencionó en ningún momento la reforma al Poder Judicial.
“Lo que hice fue lanzar una invitación abierta a todas y todos los interesados en participar en la convocatoria, conforme lo dicta la Constitución. Eso no debe ser considerado como promoción anticipada”, explicó.

No obstante, Ortiz Ahlf señaló que los próximos tiempos serán positivos para la ciudadanía, ya que la reforma permitirá que los ciudadanos elijan a los integrantes de la Corte, la Sala Superior, jueces y magistrados.
Remarcó que, a diferencia de la renovación de mandato, en este caso no será necesario un porcentaje mínimo para validar la elección, lo que garantizará una mayor representatividad del voto. “Cualquiera que salga a votar , incluso si sólo sale una persona a votar, será quien decida”, afirmó.
Por último, recordó que la propuesta de reforma siempre ha estado en la agenda, y destacó que, de haberse mantenido el modelo actual, la presidenta de la República habría tenido la facultad de designar a los nuevos ministros sin mayores restricciones. “Si la presidenta quisiera, podría designar a los nuevos ministros con la mano en la cintura, pero ella decidió apoyar la reforma”, concluyó.